
En el país del este africano consideran la homosexualidad como un "crimen en contra del orden de la naturaleza".
El secretario general de la ONU, António Guterres, está “muy preocupado” por la promulgación por parte del presidente de Uganda de una “ley contra la homosexualidad” considerada una de las más represivas del mundo, dijo hoy su vocero.
“Estamos muy preocupados por la promulgación de la ley contra la homosexualidad en Uganda. El secretario general ha sido muy claro en eso y sigue exhortando a los Estados miembros a respetar la Declaración Universal de los Derechos Humanos”, indicó Stéphane Dujarric.
El presidente de Uganda promulgó ayer una cuestionada ley contra la comunidad LGBTIQ+, que penaliza incluso con la muerte a las relaciones entre personas del mismo sexo, lo que desató una oleada de críticas por parte de organizaciones humanitarias, gobiernos occidentales y fue calificada como una de las más represivas del mundo.
A fines de abril, el mandatario Yoweri Museveni pidió a los parlamentarios que volvieran a examinar el texto, instándolos a precisar que no es un crimen “ser homosexual”, pero que sí están penalizadas las relaciones entre personas del mismo género, es decir, que no será delito la orientación sexual, pero sí los “actos”, que pueden ser castigados con prisión perpetua.
La nueva ley permite la pena de muerte por la “homosexualidad agravada”, para casos de relaciones sexuales que involucren a personas infectadas con VIH y menores; y castiga con una pena de hasta 14 años de prisión por el cargo de “intento de homosexualidad agravada”.
La homosexualidad está penalizada en el país del este africano como un “crimen en contra del orden de la naturaleza”, desde las leyes que rigieron durante la colonización, pero desde la independencia en 1962 nunca ha habido una condena por actos sexuales consentidos entre personas del mismo género.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer que la ley constituye una “trágica violación” de los derechos humanos y debe derogarse.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, indicó en Twitter que la ley era “deplorable” y “contraria a los derechos humanos”.
Por su parte, organismos humanitarios, como el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la tuberculosis y el paludismo y la agencia estadounidense Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Usaid, por sus siglas en inglés), advirtieron sobre el peligro que esta normativa provoca en la educación, la salud pública y en la prevención del contagio de sida.